
Viaje a la oscuridad del sol
Zafada y enigmáticamente intensa. «Midsommar» (2019) es de esas películas que te hace deambular entre ese género incalificable de «wtf» y lo psicológicamente incómodo. En rigor es más de suspenso que de terror como tal pero consigue darte un par de cachetadas para ir prestándole atención a su extenso metraje.
Y es que hablamos de más de dos horas veinte minutos así que la tarea de verla puede hacer caer a varios en el camino pero lo enigmático de su propuesta, jugando con los opuestos en dosis equivalentes, logra generar la curiosidad necesaria para completar la tarea; entre lo oculto y lo explícito, lo predecible y lo inesperado, eso sí, de forma irregular, disimulándose en el follaje de la trama.
«Midsommar» es un buen punto para el cine independiente que luce a Florence Pugh y Will Poulter como actores más reconocibles pero donde es la actriz la que nos permite ver a través de sus ojos los detalles extraños y a ratos surrealistas de esta peculiar historia.
La historia de «Midsommar» no es para todos. La descripción inicial de esta humilde reseña sobre juzgarla de quedar al debe en explicaciones bien podría resumir la sensación de muchos al verla. Pero donde unos ven un problema otros hallan un tesoro y es su riesgo el que muchos premian con un pulgar arriba.
En lo personal, apruebo ese atrevimiento pero no lo ensalzo desmedidamente. Estamos ante una cinta irregular, de momentos muy interesantes y otros no tanto, principalmente por las grandes insinuaciones. De hecho acá se juega harto con aquello de las medias verdades pero no todos los bocados son saciadores como se esperaría. Habrá mucho que tenga que poner de su parte el espectador y aunque eso está de moda, para el hoy podría no ser suficiente.
Recomendación: Interesante pero irregular. Sus insinuaciones son atrayentes mas es su protagonista y su suerte la que termina por convencerte
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