
La belleza no sólo de pensar, sino del ser.
Es casi inevitable deshacerse en elogios y frases que destaquen lo imprescindible de esta película en el repertorio de cualquier cinéfilo. Sean Penn se luce en la dirección redescubriendo una historia icónica y que marca la filosofía de vida de muchos.
Los últimos años en la vida de Christopher McCandless -interpretado sobriamente por Emile Hirsch- son una constante lección de espiritualidad y muchas otras vertientes de pensamiento ampliamente documentado pero que nos negamos a aceptar en nuestro quehacer diario. Las reflexiones de esta cinta son su principal herencia y para eso, su duración de dos horas y media es un detalle.
«Into the wild» (2007) es más que una trip movie de auto conocimiento. Hirsh de la mano de Penn dan cátedra de naturaleza humana y también del entorno salvaje y como ambos se encuentran. Como estos insignificantes seres que nos creemos todo poderosos somos frágiles y a la vez con una diversidad desaprovechada. Es con todo una oportunidad que calará muy hondo en cierto público y en otros, dependerá del día en que la vean y las circunstancias.
Simplemente las analogías y pensamientos salen solos. Es lo que logra la película y en ello hay gran mérito. Es menos lenta de lo que muchos pudieran pensar y su desarrollo genera más empatía de la prevista.
Emocionese, reflexione, analice y también ría. Eddie Vedder le ayudará a identificar cada momento. Rindo tributo no sólo a la memoria del propio McCandless, sino a todo el staff tras Sean Penn para reflejar en algo tangible el legado de su pensamiento y acercarlo a las grandes masas.
Recomendación: Excelente. Una libre, profunda y maravillosa historia
😀
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